Y bueno...

y bueno...
Resulta petulante y manido comenzar una presentación negando, pero en nuestro caso –aquí comienzan la negaciones- no puede ser de otra manera. No somos un grupo, no somos dos cantautores, y muchos menos tenemos pretensiones profesionales. Tampoco tenemos mucha idea de música y menos de escritura. Lo único que no podemos negar –y aun así lo seguimos negando- es que escribimos y componemos, como buenamente podemos, nuestras canciones.
Nuestros referentes literarios y musicales son muchos, pero poco variados, y se explicitan en nuestra obra más de lo que querríamos. Entre todos citar, en música: Víctor Jara, Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui, la nueva trova cubana (Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel Nicola…), Taller Canario, la canción de autor europea de los setenta, etc. y en lo que respecta a la literatura: el llamado boom latinoamericano, los poetas de la revolución, los decadentes, etc.
Nuestra formación no es distinta a la de cualquier burgués universitario de clase media. Y nuestra experiencia juntos –de tan solo tres años- no es distinta a la de cualquier personajillo de la escena artística chicharrera: actuaciones en locales como el Blues Bar, La Tronja, el local cultural Tahime…y colaboraciones con Asamblea por Tenerife, la editorial Baile del Sol...
La finalidad no ha sido otra que organizar ideas y dar salida a las emociones que produce el sin sentido de la existencia, en un lenguaje de todos y unas imágenes propias. Recreamos la vida sin ceñirnos a ella, porque lo normativo es un terreno demasiado estrecho para la utopía. Sonaremos a viejo y, con toda seguridad, no diremos nada nuevo, pero ya es mucho en el panorama actual de la canción de autor.